Hace unas semanas el Evangelio del domingo nos recordaba que Jesús recorrió toda Galilea , predicando en sus sinagogas y expulsando demonios (Mc. 1, 39). ¿Cómo podemos interpretar quiénes eran esos endemoniados? Simplemente personas con mal de espíritu. Personas que sufrían por el mal de corazón.
El mal de espíritu siempre ha existido y seguirá existiendo. Es el mal más profundo, el mal intrínseco al hombre, el de su existencia. Y ese mal es causado, en muchas ocasiones, por el mismo hombre. Una serie de éxito, que se pasó hace unos años por televisión, nos presentaba dos personajes , "el Tiñoso y el Enclenque", que al largo de la historia iban buscando hacer el mal. Ese es el mal al que en muchas ocasiones se refiere el Evangelio que curaba Jesús. La historia, como ven, siempre se repite y estos dos personajes hoy día siguen siendo plena actualidad.
El mal de espíritu siempre ha existido y seguirá existiendo. Es el mal más profundo, el mal intrínseco al hombre, el de su existencia. Y ese mal es causado, en muchas ocasiones, por el mismo hombre. Una serie de éxito, que se pasó hace unos años por televisión, nos presentaba dos personajes , "el Tiñoso y el Enclenque", que al largo de la historia iban buscando hacer el mal. Ese es el mal al que en muchas ocasiones se refiere el Evangelio que curaba Jesús. La historia, como ven, siempre se repite y estos dos personajes hoy día siguen siendo plena actualidad.
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