jueves, 30 de octubre de 2008

Queremos ser como los demás



Al entrar un profesor de religión en un centro escolar, se le mira de una manera diferente, como a ningún otro. Se le pone en duda su preparación profesional, su competencia. Le ponen adjetivos y tópicos que en cualquier otra rama sería impensable. La mayoría de ellas son injustificadas, insostenibles e injustas. Hasta que no se le conoce y se llega a aquella conclusión: la religión sí, pero porque la das tú. ¿Hay a otro colectivo que le ocurra esto? Hay que justificar lo evidente: el conocimiento del hecho religioso es imprescindible para la educación del alumando. Cuando el desconocimiento se ilumina, se evidencia la ignorancia generalizada sobre los contenidos de la asignatura. Volvemos a ser los grandes desconocidos. ¿a hay alguién más que le ocurra? No.

El profesor de religión ha de ser simpático, activo, colaborador, inteligente, sumiso, obediente, agradable... no sólo para sus alumnos sinó para sus compañeros. Es duro, relamente duro. Un colectivo siempre en jaque y atacado por casi todos. Con una situación laboral que se ha ido arreglando gracias a los sindicatos creados por ellos mismos, a una labor de concienciación e información a sindicatos y partidos políticos.

Con una situación laboral así no es de extrañar que muchos decidan ser interinos, intentar aprobar oposiciones o irse a la privada. Y es una lástima porque muchos de ellos tienen una preparación y una experiencia docente tanto o más buena que muchos funcionarios. Esperemos que la Administración no se olvide ellos y solucione de una vez por todas un largo problema laboral. La Administración es la que tiene en sus manos, y así debe ser por ley, el control de estos docentes. Capacidad para regularizar y resolver.

lunes, 27 de octubre de 2008

¿Todo lo pasado fue mejor?

Los que ahora pintamos canas tuvimos una educación basada en la memorización y en el esfuerzo. Las asignaturas apenas eran atrayentes, los profesores daban sus clases magistrales, no había más pedagogía que la de repetir y copiar los errores hasta que eran corregidos. No se hablaba de traumas, ni de agresividad, violencia. Aquellas generaciones que ahora son las que destacan en los concursos de cultura de la televisión y las que ostentan y sostienen los cargos de nuestra sociedad. En realidad aquella manera de enseñar tan lamentable, vista desde los planteamientos actuales, nos ha permitido, no sólo salir adelante, sino destacar en nuestras profesiones. Con el debido respeto, la educación de hoy deja mucho que desear, los resultados ya los estamos viendo en todos los ámbitos. Comparar es en sí equívoco e inútil., pero al menos los de aquellas generaciones tenemos unos mínimos que los de hoy, con todo un despliegue de medios, no alcanzan. Los resultados son evidentes, las conclusiones incuestionables: la diferencia es abismal. No podemos ni debemos volver atrás, sería imposible, pero algo estamos haciendo mal.

Deberíamos sacar conclusiones sin llegar a decir “todo lo pasado fue mejor”.

sábado, 25 de octubre de 2008

¡La Biblia... para todos!

Hace unos años pedí a mis alumnos de Religión que para la próxima clase trajeran una Biblia. La intención no era otra que hacer una actividad que les aproximara a alguno de los contenidos de ese libro. La respuesta de todos ellos me dejó perplejo: “No tenemos Biblia”. En alguno de los casos, que conocía con detalle, la Biblia debía ser el único libro que faltaba en sus casas, por que de historia y filosofía estaban llenos.
Volvemos a lo de siempre: ¿laicismo mal entendido, anticlericalismo tergiversado o simplemente militancia antireligiosa? Aquellos padres, simplemente por ideología, estaban privando a sus hijos de un conocimiento fundamental de su propia cultura. Menos mal que por lo menos los apuntaron a clase de Religión y pudieron hojear ese conjunto de 72 libros tan decisivo e importante para toda la humanidad.
La XII Asamblea del Sínodo de Obispos, reunida en el Vaticano, lo ha dejado muy claro. Ha pedido que se enseñe la Biblia en las escuelas, incluso en las públicas, porque “es necesaria para encontrar la identidad histórica, civil, humana y espiritual del hombre”. Completamente de acuerdo. Desde el Reliblog, siempre hemos defendido una cultura religiosa obligatoria para todos, en la que nadie quede excluído de sus fundamentos. Las razones, los Obispos del Sínodo las han dejado claras; pero esta petición contradice lo que la Jerarquía respondió en su momento, no hace mucho, a la Administración cuando se les preguntó sobre su predisposición ante la posibilidad de hacer una materia de Cultura Religiosa común para todos los alumnos. La respuesta fue clara: “No”. Las otras confesiones sí aceptaron e incluso lo veían con buenos ojos. Los responsables de la Jerarquía dejaron claro que no renunciarían nunca a su "priveligio" del nombramiento y la remoción del profesorado de religión. Lo de llegar a todos, parecía secundario.
Esperemos que esta nueva afirmación de la XII Asamblea del Sínodo de Obispos abra voluntades y sensibilidades para que ningún alumno, pero ninguno de ellos (ni tan siquiera los de la pública), dejen de conocer ese gran tesoro de la humanidad: El libro más publicado y leído del mundo.

miércoles, 22 de octubre de 2008

¡Cada vez somos más!

Hartos del analfabetismo religioso de muchos alumnos, algunos centros se están planteando, y de hecho ya lo hacen, la impartición de una asignatura de Cultura Religiosa obligatoria para todos ellos. ¿Ventajas? Todas. ¿Inconvenientes? Los que algunas mentes extrañas quieran poner.

En los centros que han apostado por esta opción han desparecido los problemas: Los padres no se quejan de que no pueden educar a sus hijos según sus convicciones morales - más bien todo lo contrario-; los alumnos lo ven como algo muy normal; los demás profesores ven que por fin sus alumnos llegan a cursos superiores con un mínimo de conocimientos básicos para poder explicarles algo de arte, historia, literatura... y las juntas directivas… pues que están encantadas, porque se les solucionan los problemas de horarios y de cómo hacer la segregación de alumnos. ¡Por fin todo el mundo, dentro de la comunidad educativa del centro, está de acuerdo.! Han conseguido, por fin, una escuela integradora pero basada en la pluralidad.

¡Cada vez somos más los que hacemos “Cultura Religiosa” en la escuela pública.!Algunos centros de la concertada religiosa hace tiempo que lo vieron claro y adaptaron sus curricula: Sus libros de texto son más que significativos. Ellos se jugaban su futuro como centro, nosotros, los que trabajamos en la escuela pública, si no lo hacemos, nos estaremos jugando también, además del nuestro, el futuro de otros: El de las generaciones venideras.



lunes, 20 de octubre de 2008

Un mismo trato para todos

Este fin de semana el líder de UGT Josep M. Àlvarez ha pedido al Gobierno central, en relación al conflicto laboral que están sufriendo los trabajadores de Nissan, que otorgue el mismo trato que ha dado a problemas laborales de otras comunidades. "Estamos ante una empresa [Nissan] que está creando alarma social; eso es terrorismo, porque detrás de esta noticia hay 1.500 familias que están soportando una situación de angustia", ha dicho.
Completamente de acuerdo Sr. Àlavarez. Es la misma situación que hace unos años vivimos el colectivo de profesores de Religión y que su sindicato permitió con su silencio. Es muy duro cuando te quitan el trabajo y por eso, porque sabemos lo que es, le pido también a usted el "mismo trato" a todos los trabajadores, trabajen de lo que sea y en donde sea.
¡Ah, por cierto! Toda nuestra solidaridad con los trabajadores de Nissan. Sabemos cómo se sienten. ¡Ánimo compañeros!

jueves, 16 de octubre de 2008

Allá ellos, los padres


Hubo un tiempo en el que la Enseñanza era valorada y los profesores queridos. Hubo un tiempo en el que si te castigaban en el colegio, al llegar a casa, te castigaban además, no había réplica: “si el profesor te ha castigado sus razones tendrá”. Hoy, algunos padres nos piden explicaciones, no aceptan los castigos. Mi hijo no es así, “si ha hecho algo será por alguna razón”. Los argumentos se cambian y el que tiene que dar explicaciones es el profesor. Excusas como: están mal preparados, no se actualizan, no saben tratar con los niños de hoy… He oído y he visto cómo los propios niños insultaban a sus padres en mi presencia. Y ellos, sin hacer nada, miran para otro lado, compréndalo ”está en la edad tonta”. Por suerte no son la mayoría, pero son los que nos hacen perder una cantidad de esfuerzos y de tiempo que, a larga, no sirve para nada.

Cuando al profesional se le pone en cuestión, mal vamos. Todo el mundo parece saber qué hacer, pero nadie lo hace, y sobre todo cómo hacerlo. Pero todos sabemos que algo falla y hay que hacer algo. Es un círculo vicioso, no cabe duda. El profesional piensa muchas veces que es simple y llanamente falta de educación., no hay que darle mas vueltas. Eso sí, nadie le hace caso, les preguntan, estos les aconsejan y… nada de nada… lástima. Van a ser los padres o los tutores los que van a tener que hacerse cargo más allá del colegio. A ellos que los busquen.

martes, 14 de octubre de 2008

Triunfar en la vida

Un estudio publicado en los medios de comunicación afirma que los alumnos de ahora son peores que los de hace años. Como siempre, las afirmaciones categóricas hay que ponerlas en cuarentena y añadirles toda una serie de matices y peros.
En mis comienzos como docente, tuve una experiencia que me hizo reflexional sobre los valores de nuestra sociedad: Uno de mis alumnos me hablaba de un ex-compañero suyo, al cual yo también lo había sufrido en clase. Era uno de esos alumnos que tradicionalmente consideramos como "malos". La argumentación que el alumno me proponía, para mí era novedosa en aquellos tiempos, ya que consideraba, con admiración, que el chico del que me estábamos hablando había triunfado en la vida precisamente al abandonar los estudios. Medía el éxito en la vida en función del sueldo que recibía. Me comentó que aquel antiguo alumno "estaba mejor que yo" ya que su sueldo era mayor que el mío. Me dijo lo que ganaba, y ciertamente, era más de lo que yo recibía a final de mes por entonces. Se me ocurrió preguntar cómo lo había conseguido; la respuesta fue tan inesperada como curiosa:
- "Barniza ataúdes".
Quizás, pensé, no era el trabajo de su vida; clientela seguro que no le iba a faltar. No sé si todavía continúa con el mismo trabajo o en algún momento ha vuelto para formarse y acabar los estudios que dejó incompletos, pero lo que sí que me quedó claro es que nuestros alumnos, de un tiempo a esta parte, miden sus éxitos en la vida en función del sueldo a cobrar.
Así que, volviendo al principio, quizás nos tengamos que preguntar: "¿Son mejores los alumnos de ahora de los de antes?" Si lo medimos en función de los valores que expresan nuestros alumnos como suyos, tendremos que responder que sí; cobran más. Quizás el problema serio es que les estamos enseñando que sin esfuerzo se puede triunfar en la vida. Así, desde luego, y por mucho que nos esforcemos, en el mundo de la enseñanza no hay nada que hacer.

viernes, 10 de octubre de 2008

Competencias Básicas

Sí, es la nueva palabra de moda. El nuevo concepto pedagógico que toda programació debe tener. Todo comenzó por los diferentes estudios que no dejaban muy bien a nuestros alumnos. Los resultados de las primeras pruebas, que se hicieron en los centros, dejaban clara la evidencia: los alumnos tenía unos niveles muy bajos en las diferentes materias. La repetición de las pruebas al año siguiente, que por cierto fueron las mismas que el año anterior y los profesores las habían trabajado en el aula, volvían a corroborar los malos resultados. ¡Ni repitiéndolas se obtenían buenos resultados!
Las pruebas no tuvieron en cuenta ningún aspecto de la religión ni la cultura religiosa.Y es aquí a dónde quiero llegar: Si queremos que nuestros hijos alcancen unos mínimos de "saber hacer" en nuestro mundo, no podemos prescindir de uno de nuestros elementos más importantes : El hecho religioso y su riqueza, diversidad e interacción. Nuestra sociedad, guste o no, tiene una base muy importante de fenomenología religiosa. El alumno que no consiga unos mínimos básicos de conocimiento de las religiones estará desubicado, desorientado y "no sabrá hacer", que es lo que dicen y resumen las competencias básicas.
Todavía recuerdo una discusión entre docentes que terminó con un "¿y tú qué consideras más importante que un alumno sepa del peligro sobre lo qué es una secta o qué sepa qué es un vector? Que cada uno responda lo que crea más conveniente.

martes, 7 de octubre de 2008

El fracaso escolar

Como dijimos en un artículo anterior, la Educación no debe etar sujeta al partido gobernante de turno, debe ser un pacto de Estado y tener continuidad: pocos objetivos, pero claros (mínimos). Todo empezó cuando los teóricos entraron en el sistema. Todo debe ser divertido, lo importante es saber captar el fondo, el concepto. El esfuerzo y la memoria a un lado, los procedimientos es lo importante. No a la frustración, al trauma...

Que razón tiene aquel argumento que dice: "Hay muy pocos que saben mucho; hay menos que aún sabiendo menos dicen que se ha de enseñar y hay muchos que saben muy poco que dicen cómo hay que enseñar".

Mientras tanto el fracaso escolar es evidente. Hay que esconderlo, hay que evitarlo: bajando contenidos, echando la culpa a los profesores, a la sociedad, a un ente invisible... AL OTRO.

Una clase de religión cualquiera

Clase de religión de un día cualquiera en un centro público:
- ¡Atención niños, que paso lista!:
- Ahmed, Karima, Kadijha, Moha...,
- No profe, hoy el Moha no ha venido.
- Apunto falta y sigo: Rupinder, Ohana, Pau (sí, he dicho bien..., !Pau¡).
Sí, ésta es la realidad en una clase de religión de una escuela pública. ¡Como lo oyen! No es porque esté hablando de un centro con un 90 % de alumnado venido de fuera, sino de un 30% más o menos. Pero el problema con la clase de religión lo tienen los padres de los alumnos de aquí. ¿Quizás prejuicios? ¿Tal vez un laicismo mal entendido como explicábamos en un artículo anterior? ¿Posiblemente descreencia, desencanto o rechazo a la jerarquía? ¿Quizás un poco de todo a lo que hay que añadir un enrocamiento de las personas responsables de desarrollar un currículum cada vez más catequético y menos abierto?
Las estadísticas oficiales nos dicen que los padres siguen optando por las clases de religión católica, pero la realidad es otra. La realidad es que un muchos casos la clase de religión se aguanta por el tesón y buen hacer se sus profesionales, y sobre todo por la inmmigración.
Los venidos de fuera nos dan día a día auténticas lecciones de respeto, valores y tolerancia. Mientras aquí, cada vez más hay un rechazo frontal a cualquier cosa que tenga el nombre de religión, y si es católica ya ni te cuento, para los venidos de fuera los valores religiosos son importantes, auque no sean los suyos. A la pregunta de un profesor a un padre musulmán sobre la razón por la que quería matricular a su hijo a religión católica, la respuesta fue clara: "prefiero que mi hijo le enseñen valores religiosos aunque no sean los nuestros". ¡Chapeau!

viernes, 3 de octubre de 2008

En agradecimiento al Sr. Francesc Riu

Ahora hace seis años se inciaba un curso escolar que se antojaba un calvario. Comenzaba una persecución meditada, organizada y milimetrada, que desde dos frentes muy poderosos (la conselleria d''Ensenyament del momento de la Generalitat de Catalunya y el SIERC dirigido en aquel momento por el pare Francesc Riu) tenía como objetivo los profesores de religión de Cataluña. Ambos poderes utilizaron al profesor de religión de secundaria en las escuelas públicas como moneda de cambio. Fue una época difícil, muy difícil, donde el pare Riu apuntaba y los responsables del Departament d'Ensenyament ejecutaban. No sé si es casualidad, o no, por aquella época la Jerarquía Eclesial conseguía la concesión de licencias de emisión para Radio Estel y una mejoras substanciales para las escuelas concertadas, que en su mayoría pertenecen a la Iglesia.
En estas circunstancias comenzaba el desamparo, acorralamiento y eliminación de este colectivo de profesores de religión, que quedaba en una situación de precariedad personal y familiar. Que la persecución fue sistemática lo demuestra que durante tres cursos consecutivos se fueron recortando las jornadas laborales, primero a unos, luego a otros. Casi nadie se salvó de la quema. Muchos no pudieron soportar la presión y se fueron, a algún otro, directamente lo echaron.
La situación se hizo insostenible, aun más con el menosprecio de aquellos sindicatos que no nos reconocían como trabajadores, como fue el caso de la UGT, o que en una asamblea, como hizo USTEC-Stec, votaron no apoyarnos en nuestra problemática laboral por el hecho de ser profesores de religión.
Visto todo esto con perspectiva ahora entendemos que sin la Administración recortandonos horas, el menosprecio de los sindicatos y sobre todo el papel del Sr. Francesc Riu, como dedo acusador, ese sí que dolió en su momento, hoy no hubieramos tenido la FERC. Por nosotros mismos, el colectivo de profesores de religión, nunca hubieramos tenido la necesidad de hacer un sindicato propio (muchos colectivos nos miran ahora como ejemplo a seguir), ni de habernos presentado a las elecciones . La indignidad no llevó a ello.
Así que desde este blog no podemos menos que dar las gracias a todos los que con su actuación hicieron posible la FERC, en especial al Sr. Francesc Riu. Se lo digo de verdad, ¡sin Usted no lo hubieramos conseguido!

miércoles, 1 de octubre de 2008

Sobre la idea de laicismo

Hace poco que pude hacer una pequeña escapada por el sur de Francia. Me sorprendió mucho que a la entrada de un buen número de pueblos hubiera un crucifijo de respetables dimensiones que no podía pasar inadvertido al viajero que visita cada población. Me preguntaba cómo en la "laicísima" Francia se permitían y se toleraban expresiones tan explícitamente religiosas en lugares públicos, mientras que en la "aconfesional" España, eso no existía. Me pregunté también si quizás estaba ante una confusión de conceptos y/o de auténtica tolerancia.
Muchas veces creemos que la aconfesionalidad es el paso previo a la laicidad y que la primera nos garantiza más los derechos a las expresiones religiosas. Por otro lado, existe la idea que la laicidad es únicamente sinónimo de persecución y destrucción de toda expresión religiosa: Craso error. ¿No será que el resto de Europa nos lleva años de ventaja en esa lucha que todavía nosotros arrastramos, consecuencia de los prejuicios 40 años de dictadura, y que aún no hemos superado?
Sinceamente creo que hay que poner las cosas en su sitio y la laicidad, bien entendida, es simplemente la separación de lo humano de lo divino, del poder temporal de lo espiritual; es "dar al César lo que es del César y dar a Dios lo que es de Dios" Mt 22, 21. Es no mezclar las cosas.
El mismo Benedicto XVI en su visita pastoral a Francia hacía alusión al tema y afirmaba que "cada vez es más necesaria una nueva reflexión sobre el significado auténtico y sobre la importancia de la laicidad". Si quereis profundizar más sobre el témino en la página de la FEPER han elaborado un pequeño diccionario sobre el laicismo de gran ayuda.
Quizás todo ello nos sirva para convivir Iglesia y Estado en paz, tolerancia y armonía. Merece la pena, ¿no creen?