martes, 25 de noviembre de 2008

La cortina de humo

¿Problemas para el gobernante de turno...? Cortina de humo. Es la acción-reacción institucional. Se realiza una acción para provocar una reacción y esconder una realidad que perjudica. Se ha hecho y se seguirá haciendo, pero parece que ya no cuela...
En esta ocasión ha sido la recurrente discusión sobre la simbología religiosa en la escuela pública. Casi siempre tocan algún tema religioso. Esta vez ha sido un juez de Valladolid que ha sentenciado que en una escuela hay que quitar los símbolos religiosos. Justo ahora, en este momento, que por lo que parece el gobierno tenía un tema bastante polémico sobre la mesa y que le podía afectar: El asunto Sacyr y la compra de Lukoil, una importante petrolera rusa, de las acdciones de esta empresa en Repsol. Perdoneme, pero esta estrategia es más vieja que la pana: Uno despista y el otro atiza. La solución ha sido que alguien saque el tema recurrente de la religión y todo el país se enzarzará en una discusión tan profunda y ancestral, no superada por nuestra sociedad, que ya nadie hablará de la relación de Sacyr con el gobierno central. Pero ¡alerta! Las cosas están cambiando: hoy en uno de los programas de más audiencia de la mañana en Catalunya, "Els matins" de TV3, han hecho la pregunta si se tenían que retirar los símbolos religiosos de las escuelas públicas y concertadas. El resultado, pro primera vez que yo recuerde, ha sido favorable a mantenerlo. Incluso en un debate entre cuatro tertulianos había tres de ellos que defendían, de una forma u otra, mantenerlos. Como les decía, la cosa está cambiando y ya mucha gente ve lo que es una maniobra de despiste, una cortina de humo.
Es una pena que por otro lado, Monseñor Cañizares, Obispo de Toledo, haya entrado al trapo haciendo el juego, con sus declaraciones, a quienes querían desviar la atención de lo otro. ¡No hacía falta Señor Cañizares!

viernes, 21 de noviembre de 2008

Sobre la democracia y los poderes fácticos

Cuando hablamos de democracias y libertades, en seguida se nos llena la boca de palabras cargadas de buenas intenciones. A pesar de ello, cada vez son más los dirigentes políticos, sindicales y religiosos, y podríamos decir que muchos dirigentes en general, que tienden a imponer la uniformización, la prohibición, y la adhesión al pensamiento único. Parece que no está en boga el diálogo, el intercambio de opiniones ni el reconocimiento a quien hace bien su trabajo. Tampoco, hablar de principios morales o éticos, porque éstos dificultan llevar adelante esa práctica encubierta, pero cada vez más presente en nuestras sociedades, de la tiranía dentro de la democracia.
Tal y como hemos montado esta sociedad, con una falta de referentes éticos y morales, lo importante para algunos es ser fiel al "dirigente del aparato" del sistema. Haga lo que haga y diga lo que diga nadie lo denunciará, porque ya se han encargado de adormecer a la persona y su crítica social. Nadie es responsable de nada y la falta de libertad en nuestra sociedad, supuestamente democrática, queda patentene en que cada vez más se prohibe y se ilegalizan más cosas.
El "supuesto" enfrentamiento entre poderes es quizá un pacto para que todo siga igual, para que los que mandan, sigan conservando sus privilegios y su poder. Eso ya estaba inventado en la España del siglo XIX con el bipartidismo, que todavía hoy no nos hemos podido quitar de encima. Quien ha salido más perjudicado de esta situación han sido los propios ciudadanos, que han perdido poder de decisión cuando, por definición, la democracia debería ser el gobierno del pueblo.
En cuanto a las organizaciones sindicales, tres cuartos de lo mismo. Alineados con los diferentes partidos políticos, han bebido de las mismas fuentes que ellos. Las direcciones sindicales ejercen un control espartano del pensamiento, también único, que teóricamente queda legitimado por unas elecciones internas, dentro de la misma organización, y públicas, entre los diferentes grupos sindicales. Las elecciones internas, a veces ni se llegan a celebrar, y si se hacen, se pueden ejecutar como un claro ejemplo de lo que no debe ser nunca la democracia: Engaños, traiciones, manipulaciones legales, pactos de poder, ninguneos, etc... La repartición de prevendas hacen que algunos dirigentes sindicales sean dóciles, o busquen serlo, al poder establecido. Estos miran de agradecer a unos u a otros, según sea quien detente el poder, el apoyo recibido o que quisieran recibir. En algunos casos el espectáculo llega a ser lamentable y podemos ver personas sirviendo a dos señores a la vez, pero no a quien deberían servir: a sus colectivos o ciudadanos.
Para los profesores de religión, poderes hay dos. Así que ustedes elijan y saquen sus conclusiones con las que podrán entender el porqué de muchas decisiones extrañas.
La Iglesia, por su parte, no tiene este problema. Ella nunca se ha escondido: no funciona como una democracia. Es jerárquica y es así desde hace aproximadamente dos milenios, pero no debemos olvidar que a pesar de ello tiene sus propios sistemas de autorregualción: Los concilios, los sínodos, etc.. en los que la comunidad de creyentes tiene mucho que decir. Recordemos que la misma palabra "Iglesia" quiere decir "asamblea". Desgraciadamente podríamos decir que a pesar de ello el bipartidismo también se ha instalado en el seno de la Iglesia: Por un lado tenemos una jerarquía cada vez más enrocada en sus planteamientos y por otro unas comunidades de base alejadas de ellos. El pecado de la separación entre crsitianos también se hace latente en esta separación entre los mismos católicos. El Concilio Vaticano II fue un importante acercamiento y puesta al día de todas las posturas de la Iglesia en el quehacer diario. El problema, después de más de cuarenta años, es que ha habido sectores de la iglesia que nunca han querido aplicarlo en su totalidad y han retrocedido nuevamente a posturas más cercanas a Trento que a las Concilio convocado por Juan XXIII. Hoy más que nunca podríamos decir que urge en toda la iglesia, y en sus planteamientos, un "aggiornamento", un ponerse al día en la realidad de nuestro mundo. Cerrarnos con posturas retrogradas, lo único que hará será sectarizar la iglesia. La iglesia tiene un importantísimo papel que realizar hoy, pero ni con las imposiciones, las amenazas, el querer decidir por encima de todo y querer mantener los privilegios, al igual que hemos comentado para muchos políticos y sindicalistas, conseguiremos el obligado camino de la unidad.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Sentido común

Magnífica entrevista la que Adolfo Nicolás, superior general de la Compañía de Jesús, ha concedido a TV3, en la que valora varios aspectos de la religión en nuestra sociedad y pone una nota de sabiduría, saber hacer y sentido común. Un gran mensaje para la Iglesia y los creyentes de hoy.
Os recomendamos especialmente que no os perdáis sus declaraciones sobre la educación y el laicismo. ¡Para tener muy en cuenta!
Clica aquí para ver la entrevista.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Bella, bellísima

Hablar en clase de Religión sobre ciertos temas puede resultar polémico y difícil. Los alumnos, sin embargo, cuando se les plantean de una forma abierta y positiva, aceptando también sus puntos de vista como personas que son y que se interrogan, lo valoran, agradecen y les hace crecer.
Muchas veces a la hora de pensar en materiales para presentar en clase, todos hemos caído en el tópico y en los recursos simplistas, estridentes y fáciles. Es por eso que, en esta ocasión, queremos haceros una recomendación bien diferente, para que valoreis incorporarla a vuestras propuestas didácticas, sobre todo las de vuestros alumnos más mayores: Se trata de "Bella", la primera película del director mexicano Alejandro Gómez de Monteverde. No se trata de una película simplona ni blanda, todo lo contrario. Hay momentos, en esta película, de gran dureza, que llegan al fondo de los sentimientos de la persona y que nos hacen reflexionar sobre algunos de los temas relativos al sentido más profundo de nuestras vidas y de las de los demás. Impregnada de valores positivos es un canto a la esperanza en situaciones difíciles, en muchas ocasiones límite, y es un ejemplo de la importancia del no juzgar ni recriminar las situaciones, los actos, ni intenciones de nadie. Propugna simplemente hacer el acompañamiento necesario a la persona que lo necesita; el estar al lado del otro, a veces sin ni siquiera hablar, adoctrinar, moralizar ni convencer; simplemente estar.
Una gran película y una gran propuesta. ¡No os la perdáis!

martes, 4 de noviembre de 2008

Ocultar el hecho religioso

No estaría mal, al igual que se hace con otras materias, se hiciera una prueba de nivel de cultura religiosa para ver cómo están nuestros alumnos al respecto. Seguramente nos daríamos cuenta que presentan unas lagunas impresionantes en sus conocimientos básicos sobre la materia, que podrían llegar a escandalizar a más de uno. El sistema educativo que tenemos se ha diseñado de tal forma que un alumno cualquiera, puede llegar a pasar todos sus cursos, tanto de primaria como de secundaria, sin haber oído palabras tan elementales para una cultura general como "Biblia", "Jesucristo", "Corán" o "Jerusalén".
Sobre esta situción todavía recuerdo dos escenas que nos deberían mover a la reflexión. A mi por lo menos, lo hicieron:
La primera fue el caso de una señora que conscientemente no había querido ofrecer a su hijo ningún conocimiento de cultura religiosa. El impacto fue, para el niño-adolescente, cuando con doce años entró por primera vez a una iglesia y vio su primera imagen de un Jesús crucificado. Comenzó a gritar aterrado: ¡¿Qué le han hecho?!
La segunda, también sorprendente, al menos para mi, fue cuando en una visita a una catedral dos alumnas, con padres declarados oficialmente anti-religión, quedaron absortas con el ambiente de oración en una de las capillas laterales, que además estaba llena de gente. Teníamos que visitar otros sitios que estaban programados en la salida de clase, y no teníamos mucho tiempo para pararnos en aquella capilla, pero lo hicimos. Preguntaban continuamente por cada gesto del ritual, por cada símbolo, por el sentido de la cantidad de velas encendidas que veían a la entrada, por los sentimientos y los gestos de la cara de los que estaban allí... Habían descubierto algo nuevo, que no conocían, que se les había ocultado... que se les había privado.
En definitiva, podemos concluír que quien ha querido luchar contra cualquier expresión de la religión buscando la ignorancia, el ocultamiento de la misma a los jóvenes, han fracasado. No hay nada como decir a un joven: "esto no lo hagas" para que, a ciertas edades, inmediatamente pregunten el porqué y en seguida les invada un inmenso deseo de probarlo. Es superior a sus fuerzas.