miércoles, 25 de mayo de 2011
Vides paral·leles
miércoles, 21 de octubre de 2009
Inmoralidad tránsfuga

martes, 14 de abril de 2009
Examen de Cultura Religiosa a los políticos
Cada día más asistimos a ruedas de prensa o mítines en el que los políticos recurren al lenguaje religioso para explicar ideas y/o sentimientos. Eso denota, lo primero que su formación ha sido y es religiosa, eso no cabe duda; Por otro lado, que nunca han renunciado a ella (ni que tampoco lo hacen para los suyos); también, que el lenguaje religioso, a pesar de las tentaciones "laicistas" de muchos de esos mismos políticos, es importante e irrenunciable para nuestra comunicación; y por último, que a pesar de su formación religiosa (algunos de ellos formados en seminarios católicos) deberían recibir unas clases de repaso de cultura religiosa en general.
Es el caso del ex-ministro de Sanidad Bernat Soria, que en la despedida de su cargo, recurrió a este tipo de lenguaje (no pueden menos) y metió la pata, pero hasta el fondo:
Parece ser que cuando al Sr. Soria le explicaron en clase de Religión la historia de la pasión y muerte de Jesucristo Nuestro Señor, o faltó a clase, no atendió mucho o copió en el examen. Señor Soria, "el lunes" no es de pasión: ¡Es el Viernes! Lo siento, Sr. Soria, pero queda usted suspendido. ¿Lo intentará hacer mejor para la próxima?
domingo, 1 de marzo de 2009
Equipos humanos

Los intereses de los afiliados son el objetivo de los sindicatos o de los partidos políticos, no el de sus líderes. En muchas ocasiones no se rompe la unidad porque se persigue el bien común, pero la situación interna se hace cada vez más crítica. Se buscan salidas, intentar volver al consenso… pero la unidad ya no es tal, el grupo ya no funciona. Los objetivos se estancan o se pierden innecesariamente. En ocasiones se da un golpe de timón y se les saca de su trono, pero en muchas más los líderes buscan otro equipo que los respalde, para que antes que se den cuenta les dejen actuar con tranquilidad, con libertad de maniobra.
Hay personas que necesitan vivir en conflicto constante, sentir ese sabor amargo de la pólvora en la boca… ¿Para qué? Para poder seguir siendo noticia, sentirse importante. Si se acaba el conflicto principal y el sentido de su lucha, se acaba todo, y eso, para ellos no puede ser. Muy pocos se dan cuenta de su error y de su afán de poder, quieren mantenerse en su cargo a toda costa y las luchas internas son constantes. Ya lo hemos vistos en diferentes sindicatos y partidos políticos.
Mientras se siga pensado en el éxito propio, seguiremos teniendo muy malos representantes sindicales y políticos. No nos quejemos entonces de que la sociedad no sea participe de la vida política o sindical.