Dicen la malas lenguas que los Obispos están encantados con la publicidad de Dios en los autobuses. Si os digo la verdad, yo pensaba que la polémica no iba a durar mucho, pero alguien ha ido atizando el fuego para que se siga hablando. Los Obispos, como he comentado, están encantados porque se habla y se habla de Dios. Recuerdo una frase, no sé quién la pronunció, pero decía algo así: "No me importa que hablen mal de mi, porque lo importante es que hablen". Y es que cuando se habla de algo o de alguien, inmediatamente ese algo o alguien se convierte en importante.
Dentro de la controversia del autobús quisiera hacer una mención especial para un programa de televisión: "Salvados" de la Sexta, que, con humor muy fino, ha entrado en la disputa de la publicidad en los "autobuses de Dios" aportando un tercer lema a toda esta campaña: "Autobús agnóstico. Aquí pagan justos y pecadores". ¡Simplemente genial!
Por cierto, hoy es la Candelera y en Cataluña hay una frase que dice "Si la Candelera plora l'hiver és fora però si riu l'hivern és viu". Así si hacemos caso de la tradición, ya habríamos pasado lo peor del invierno. A ver si la Candelera acierta....
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