La Biblia es el libro sagrado de judíos y de cristianos. Es por eso que cobra gran importancia cada descubrimiento, cada investigación y cada proyecto que da nuevas luces a la fe de millones de personas. Hace poco el descubrimiento de un nuevo Evangelio apócrifo: el de Judas, revolucionó los medios de comunicación y al público en general; ahora la noticia es que el los fragmentos más antiguos que se conocen del Nuevo Testamento, los pertenecientes al Codex Sinaiticus, han sido digitalizados, junto a otros del Antiguo Testamento de este mismo códice, y colgados en la red para su consulta. Eso sí, sólo en inglés, alemán, griego y ruso.
La Biblioteca Británica en Londres es la responsable de este proyecto, y para su ejecución ha trabajando en colaboración con el Monasterio de Santa Catalina del Sinai (Egipto), la Biblioteca Nacional de Rusia y la Biblioteca de la Universidad de Leipzig en Alemania.
El codex Sinaiticus es considerado la Biblia cristina más antigua, junto al Codex Vaticanus, ambas datadas en el siglo IV. Es una Biblia escrita en griego (Koiné), que contiene la copia completa más antigua del Nuevo Testamento y una versión del Antiguo Testamento basada en la Biblia judía griega alejandrina llamada LXX o Septuaginta (nombre dado por el número de traductores que trabajaron en su confección).
El descubrimiento del Codex Sinaiticus se debe a Konstantin von Tischendorf quien en tres viajes al monasterio de Santa Catalina en el Sinaí, halla unas hojas de pergamino pertenecientes a diferentes libros del Antiguo Testamento. Estos pergaminos son traslados a Rusia, guardados en la Biblioteca Nacional Rusa en San Petersburgo. En 1933 la Unión Soviética vendió los manuscricitos a la Biblioteca Británica en Londres y posteriormente, otros a la Universidad de Leipzig. También se conservaron algunos legajos en el mismo monasterio.
Hoy gracias a la técnica y a la colaboración de diferentes instituciones podemos ver y consultar uno de los grandes tesoros de la humanidad: Una Biblia de hace unos 1600 años de antiguedad y base para la fe de millones de personas.