¿Has sentido en alguna ocasión que alguien controla tu vida; que no eres libre para tomar tus propias decisiones; que has seguido a una persona, o personas, sin saber lo que hacías o incluso saltándote alguna norma, porque te han dicho que no te preocupes y que lo hagas así?
Si tu respuesta es que sí, quizás tengas un problema...
¿Has hecho, en alguna ocasión, algo sin tener claro lo estabas haciendo porque te han dado una consigna de grupo; te has planteado, en definitiva, si eres tú quien controla tu vida o te la están haciendo a medida los otros; si te están utilizando para intereses personales, o de verdad defiendes lo que es legal y justo? Creo que si reflexionamos un poco, muchos volveríamos a responder a alguna o a varias de estas preguntas que sí.
Es muy saludable hacer este ejercicio de autoevaluación y saber quiénes somos, qué somos y dónde estamos.
En muchas ocasiones seguimos a algunos líderes sin ejerecer crítica alguna. No ponemos en tela de juicio sus formas de hacer, e incluso tampoco somos críticos sobre nuestra actitud hacia ellos. Podemos sucumbir al encanto personal, al encanto de las palabras o lo que es peor, al miedo. Eso se llama presión de grupo y es un elemento muy común tanto en nuestra sociedad de adultos como en la de nuestros jóvenes. En ocasiones pensamos que estas cosas sólo afectan a las personas más débiles, pero a nosotros tambien nos puede pasar y de hecho nos pasan más de lo que pensamos, por lo que nuestra reflexión debería ser profunda y seria: ¿Qué estoy haciendo? ¿Me perjudico a mi mismo? ¿Estoy perjudicando con mis acciones a otras personas? ¿Me he convertido en un indivuo que forma parte de un grupo cerrado al exterior y que no quiere atender a razones ajenas a las de los míos? Y las preguntas siguen fluyendo.
El miedo a definirse, a sentirse excluído del grupo, que todo lo dirige, a sentirse apartado del trabajo, incluso recortado o despedido, a sentirte marginado en tu asociación, en tu vida, o incluso el miedo a perder la amistad de alguien (aunque éste no obre bien), nos están llevando a tomar deciones que sabemos que no son correctas, pero que son el camino más sencillo de seguir. ¿Te ha pasado esto a TI alguna vez? Sé sincero contigo mismo, quizás sea hora de recobrar tu libertad, de decidir por ti mismo y de saber decir que No a las cosas que no vemos claras. Cuesta, y mucho, pero es muy necesario y el problema sería grave si no sintiéramos esa necesidad. Significaría que nuestra adicción es mucho más grave de lo que pensábamos. Por eso, en muchas ocasiones se necesita un especialista que te ayude a salir de ese círculo vicioso. El miedo al mañana, a reencontrarte con el líder, el miedo a qué dirá el grupo, a las consecuencias sociales, es uno de los grandes factores a superar, pero hay que ser valientes y no podemos convertirnos en complices de un engaño y una manipulación que cada vez se vaya haciendo más grande y que además destuirá nuestra vida y la de los nuestros.
En relación a todo esto de las dependencias, hay un grupo que hace años que trabaja en Barcelona y nos ofrece asesoramiento sobre cómo salir de ese callejón sin salida de las dependencias. La Asociación se llama AIS (Atención e investigación de sociadicciones) y nos propone una serie de test de autoevaluación muy interesantes. Os los recomendamos tanto como recurso didàctico para vuestros alumnos como para reflexionar, por qué no, sobre nosotros mismos. Puede ser un elemento de gran ayuda, sobre todo si a alguna de las cosas que hemos preguntado anteriormente habéis respondido que sí. Así que sed sinceros con vosotros mismos, sed libres y buscad la verdad, la tenéis a mano. Siempre habrá gente dispuesta a ayudaros. Felicidades por vuestro trabajo AIS y que sigáis asesorando tan bien por muchos años.
1 comentario:
Gracias Blogman lo he pillado!!!!
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