Estamos asistiendo al gran esperpento, lo nunca visto, el ridículo llevado a su máximo grado de expresión. Hace poco el presidente de la FERC, Bernat Villaronga, nos enviaba unos nuevos estatutos, difícilmente digeribles por sus manifiestas ilegalidades, y que seguramente no superarán el filtro de su aprobación en el Departament de treball de la Generalitat. Pero a pesar de eso, el presidente continúa en su alocada carrera hacia adelante y, con esos nuevos estatutos, que no se aguantan y han sido diseñados para sus propios intereses, ha convocado unas elecciones con el fin de elegir a los responsables de nombrar al futuro presidente.
No han pasado ni tres semanas de la recepción de esos “nuevos estatutos” y el señor Villaronga ya los ha incumplido. No ha tardado mucho. Lo ha hecho al presentar candidatos en alguna provincia que viven y trabajan en otra diferente. Pero, ¿Por qué nos tiene que sorprender esto, Cuando el Sr. Villaronga ha colocado a dedo los vicepresidentes que le ha venido en gana, ha creado vicepresidencias, las ha suprimido, se ha dado horas de liberación a si mismo, ha creado otras asociaciones para conseguir sus fines en el sindicato, en definitiva, lo ha destrozado todo?
Lo más curioso de todo y lo que ha movido más que a la risa, a la carcajada, ha sido la invención de un nuevo cargo que no consta en ninguna organización mundial. Ese nuevo cargo es el de “en representación de”.
No han pasado ni tres semanas de la recepción de esos “nuevos estatutos” y el señor Villaronga ya los ha incumplido. No ha tardado mucho. Lo ha hecho al presentar candidatos en alguna provincia que viven y trabajan en otra diferente. Pero, ¿Por qué nos tiene que sorprender esto, Cuando el Sr. Villaronga ha colocado a dedo los vicepresidentes que le ha venido en gana, ha creado vicepresidencias, las ha suprimido, se ha dado horas de liberación a si mismo, ha creado otras asociaciones para conseguir sus fines en el sindicato, en definitiva, lo ha destrozado todo?
Lo más curioso de todo y lo que ha movido más que a la risa, a la carcajada, ha sido la invención de un nuevo cargo que no consta en ninguna organización mundial. Ese nuevo cargo es el de “en representación de”.
A los representantes de las asociaciones que él mismo ha introducido en la FERC (la ADOREC y el APERC) también de forma supuestamente ilegal (lo de supuesto lo decidirá un juez) ya no les llama ni vicepresidentes, les llama “en representación de”. Y lo más curioso de este nuevo cargo es que los de “en representación de” votan y deciden dentro de la FERC como auténticos vicepresidentes.
Ya lo ven, también Calígula nombró senador a su caballo, y así le fue…
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