Todavía recuerdo algunos artículos que me han impactado y que habitualmente debato con mis alumnos con la intención de mostrales que no existe sólo una verdad, la que nos venden los medios de comunicación, sino que también hay personas, de las que debemos conocer su historia, y que quizás van contracorriente, y eso, hoy día, significa en muchas ocasiones ser crítico o incluso ser cristiano.
Uno de los apartados que siempre leo, aunque tenga prisa, es de la pregunta sobre Dios. Como un "voyeur" los lectores que leemos la respuesta a esta pregunta nos inmiscuimos en una de la facetas más íntimas de la vidad de los demás: la de las creencias. De todas formas muchas respuestas, en uno u en otro sentido, muestran una gran profundidad de pensamiento ante este hecho, por lo que sólo podemos mostrar respeto al proceso personal de cada uno. Es curioso que casi nadie ignora la pregunta. Todos opinan, porque sobre Dios hay algún sentimiento, a favor o en contra. Casi nadie es indiferente. Me sorprende que hay muchas más respuestas a favor de la creencia en el sobrenatural que lo que pensaba, y eso en una sociedad tan aséptica teologicamente como la nuestra me hace también sentirme acompañado.
La última "contra" que he leído, la del filósofo Clément Rosset, ante la pregunta sobre Dios responde: "Es demasiado temprano para hablar de ello", me ha parecido sencillamente genial. No porque la comparta ni la deje de compartir, sino porque plasma perfectamente su pensamiento de vida, eso sí, siempre abierto a la Esperanza.